jueves, 15 de marzo de 2007

Autobiografía

He dejado esta cosa botada por un tiempo, y de repente me acordé de algo que me pidieron escribir el año pasado, para un ramo, una Autobiografía, la que a continuación presento.
Falta mucho que agregar, pues en ese entonces estuve limitado por la cantidad de páginas, sobretodo ahora que han pasado tantas cosas. No será lña gran joya literaria, pero bueno.

Desde que leí “Crónica de una muerte anunciada” de García Márquez sus primeras líneas me marcaron… ¿por qué será no?

El día en que nació Santiago Justel fue un caluroso día primaveral, un 19 de noviembre del año 1985, famoso año recordado por aquel terrible terremoto que azotó Chile. Nació en una familia especial, sus padres no eran casados y tenia un hermano, Francisco de, en ese momento, 11 años. Con sus mamá siempre tuvo una relación muy cercana, con su papá no tanto, pues era de maneras toscas y como ya veremos, no muy dado a la vida familiar y con su hermano, al principio este lo trataba un poco mal, llenándolo de apodos desagradables y a veces pegándole, pero Chago sabe que ambos se quieren mucho y darían todo el uno por el otro. Su infancia transcurrió principalmente en una panadería, la cual su papá es dueño, esta se encuentra en el barrio 10 de julio, quizá por esto le guste el barrio céntrico con esa heterogeneidad tan clásica que va desde los barrios comerciales, barrios especializados (zapatos, mecánicos, muebles, etc.) hasta barrios residenciales preciosos (República, Paris-Londres, los cités que aún abundan, sólo por decir algunos), su vida transcurrió sin muchos inconvenientes, con una infancia relativamente normal, puesto que, aunque sólo tenía un amigo en el barrio, ambos lo pasaban de lo mejor, peluseando, conversando, saliendo en bicicleta, jugando, podría decirse que ese amigo le dio una infancia.

A la edad de 4-5 años Chago (como cariñosamente le dicen a nuestro protagonista) comenzó a ir a la educación pre-escolar, en un jardín que quedaba a escasas cuadras del negocio de su papá, esto quizá le ayudó mucho, pues pese a que no recuerda ni como ni cuando exactamente, lo que sí sabe es que saliendo del jardín él leía, algo que después cuando entró al colegio notó que no era tan normal. Pero nos estamos adelantando, después de salir del jardín, lo que le tocaba ya es ir al colegio, como un niño grande, bueno, una vez más, asistió a un colegio bastante bueno que quedaba a pocas cuadras de la panadería. Chago sufrió mucho su primer día de clases, eso lo recuerda bien, se veía imponente esa masa de concreto con unas curiosas tres cruces en una torre que recuerdan el calvario de Jesús, lo asustaba la enorme cantidad de gente y cosas desconocidas y él, de naturaleza tímida, no quería entrar, prefería quedarse con su mamá, prefería que no le cambiaran su mundo, pero él no sospechaba lo maravilloso que serían esos días en el Hispano Americano y lo mucho que recibiría de esa experiencia: amigos, educación, valores, conciencia social entre otras cosas, tanto es así que él se siente hasta el día de hoy en deuda con SU colegio y sigue participando en las actividades que se realizan.

Pero, hablemos un poco del colegio, para dar un poco más de contexto, este colegio es católico y fue fundando por los padres escolapios, una orden quizá un poco desconocida, pero bastante activa en el mundo.

Después de este pequeño paréntesis, continuemos con la historia de este niño aún de unos 5-6 años, que entraba a kinder. Poco a poco se empezó a dar cuenta que le iba bien en las evaluaciones y esto quedó aún más patente a medida que transcurría los años, fue en este período, en kinder, donde hizo nuevos amigos, varios de ellos lo son hasta el día de hoy así teniendo casi 16 años de amistad, pero ya hablaremos de sus amigos, cuando sea pertinente, y claro que lo es. Entonces, Chago comenzaba a crecer, empezaba a pasar de cursos y en su colegio no había relativamente ningún problema, salvo uno y grande… todos en el colegio creían que su papá era otra persona.

Paso a explicar esto, que parece curioso, él no entendía el tipo de relación que tenían su mamá y su papá, su mamá trabajaba en la panadería y eso, pero no había ninguna relación así como familiar, ni salidas, ni paseos ni nada ni mucho menos sentimental entre ellos, quizá debido a que su papá es muy trabajólico, de hecho hasta el día de hoy no se ha tomado un día de vacaciones, en fin, entonces como no había nada a esas alturas, su mamá empezó a enamorarse de otra persona, Chago compartía también con esta nueva persona, puesto que era vecino de la panadería, le caía bien y a esa edad no se cuestionaba mucho que era lo que pasaba, sólo lo vivía y hasta ese punto le gustaba esa vida, porque con él y su mamá sí tenían vida familiar, salidas, vacaciones, algo hasta ese punto desconocido para él. Por esto entre otras cosas en su curso creían que esta persona, que llamaremos Sergio era de hecho su papá, como Chago era chico no se ocupaba mucho de aclarar las cosas, supongo que a esa altura a él no le tocaba mucho.

Podríamos decir que esa el único gran pero durante gran parte de su estancia en el Hispano, hasta que llegó a 4º- 5º básico, él no lo recuerda bien, ahí paso algo que lo marcaría para siempre: su papá, el real, se enteró de lo que hacía su mamá y ahí ocurrió lo que se esperaba, la separación de sus papas, pero esta separación no fue de la mejor manera que pudo ser, siendo el hecho más terrible que Chago vio toda la pelea y sus consecuencias físicas, algo que él hasta ahora dice no le daría a nadie y que por suerte el tiempo ha ido curando todas esas heridas, gracias a Dios su amigo de infancia, que se llamaba Xavier, lo acompañó en uno de los momentos más terribles para un niño de 9-10 años. Aquí estuvo el quiebre, su historia escolar sigue más o menos igual, pero su historia familiar cambio radicalmente, Chago, su mamá y su hermano se fueron a vivir a otra parte, su mama ahora sin trabajo se las empezó a arreglar sola para salir adelante, algo que Chago valora mucho, comenzó vendiendo joyas y llegó hasta donde se encuentra ahora trabajando, vendiendo AFP, como se dice coloquialmente. Con el tiempo Sergio también llegó a vivir con ellos y Francisco a eso de los 18-20 años se fue a vivir con su papá, llegando así a como están las cosas hasta ahora.

Pero dejamos la vida escolar de lado, volvamos a ella, a medida que pasaban los años llegaban nuevos amigos, algunos también siguen hasta el día de hoy, aunque están un poco lejos. Una vez en II medio, hubo un quiebre, el colegio, como religioso que es, invita a sus estudiantes a vivir una serie de retiros para el crecimiento personal y espiritual, comenzando estas actividades en II medio, Chago simplemente fue, “para vivirlo” como era habitual decir entre sus amigos respecto a actividades así. Y lo vivió pues, esto marcó mucho la diferencia, fue aquí donde se abrió ante sus compañeros y amigos contando todo aquello que no sabían: lo de sus papas, la manera en que sucedió, lo que lo afectó, etc. y además escucho a muchos de esos compañeros del día a día en otra faceta, también con sus problemas y con sus historias, sus cruces dirían algunos. Se pudo aceptar ante los demás para empezar a construirse de verdad, con LA verdad.

Luego de esto, en II medio también, el colegio prosiguió con sus invitaciones, ahora una actividad llamada “Comunidades Juveniles Escolapias” (CJE para abreviar) y aquí Chago también decidió participar debido a lo vivido en el retiro. Otra instancia demasiado importante para él, aquí comenzó a conocer y construir comunidad con sus amigos y comenzó a crecer como persona mucho más de lo que creía posible. De hecho, CJE le mostró el mundo ese que no sale en la tele ni en los diarios, el mundo de los que pierden, la pobreza, lo mostró dando la oportunidad de ir a trabajos de verano, algo demasiado importante y que hasta el día de hoy lo tiene “atrapado”, el mundo social y créanme si les digo que él feliz se quedaría haciendo algo por esa gente.

CJE sigue hasta el día de hoy presente en su vida, sigue yendo sagradamente a sus reuniones y sigue intentando aportar aunque sea un poco para que el grupo crezca, tanto es así que ya están poco a poco creando sus propios proyectos sociales (pequeños, pero proyectos al fin).

Cuando salió de IV medio, se vino un cambio radical, de la seguridad de sus 13 años en el colegio pasa a la inseguridad del mundo universitario, lleno de desconocidos, con cursos enormes, pero por sobretodo porque este paso significaba un paso más cerca de la adultez. Le costó encajar en este mundo, de hecho no tenía amigos, de hecho uno que otro conocido era su escasa vida social en la U y esto duró cerca de dos años y medio, curiosamente calzando justo con empezar de lleno con la especialidad.

Hablando un poco más de esto, de la U y la elección de especialidad, pese a que le costó mucho tomar una decisión finalmente optó por ser Industrial, convencido de que lo que quería era trabajar con personas y ser un ente de real cambio en su mundo. Simplemente esta feliz, sobretodo con las muchas oportunidades que este departamento le da y el mundo de oportunidades que se ven. El futuro está por escribirse, pero se ve que malo no podrá ser.

Bueno, eso, quería compartirlo.

Un abrazo

4 comentarios:

Unknown dijo...

No se pq te bajo este ataque de sinceridad, pero que bueno es enterase de cosas de los amigos que uno no conoce, aunque sea electronicamente

un abrazo

Gatuna dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gatuna dijo...

Que linda. Me gusto mucho.AAH, en verdad no tengo palabras, es tan sincero, tan puro, que hasta me descolocó un poco (de una buena manera)..
En fin ñoñoso, te amo mucho.. y ojala poder seguir escribiendo nuestras "autobiografías" juntos :)

Te Amo!

Tami dijo...

Chagui, te vai a demorar mil en ver el post!! filo...
Q lindo leerte de niño. Así po, cada uno con sus cruces...
Ojalá y la vida nos haya puesto el colegio en el camino.
Me gusta ser tu amiga y q estés feliz, con la Dani, con la U, con la vida. Se te nota.
Y aunque de lejos, te quiero mil.

P.D: En fin con los sentimientos por blog...